Después de semanas de crisis financiera internacional, donde todo puede pasar, muchas personas me preguntan: ¿Cómo sé si soy empleable? ¿En qué debo trabajar para serlo? ¿Cómo elevo mi nivel de empleabilidad? La respuesta no es una sola. Por el contrario, en un mercado tan complejo y cambiante como en el que vivimos, aunque las cosas en el Perú siguen relativamente estables, el hacer una lista de todo aquello que nos hace más empleables, aunque puede parecer muy básica y hasta obvia, es clave para tener el poder de decidir sobre mi proyecto de vida profesional.
Podemos hablar de variadas características que nos diferencian del resto, convirtiéndonos en personas valiosas para la organización y para el mercado en general, pero quizá la más importante es la actitud con la que nos conducimos. Ser empleable es como tener jale, lo que es difícil de describir, pero fácil de identificar: Es mantener nuestro “atractivo” profesional y pleno entendimiento de las reglas del mercado laboral actual o de una serie de competencias que debemos desarrollar como nuestra inteligencia lógica y, muy importante, la emocional. Asimismo, nuestra capacidad de establecer buenas relaciones con personas de todo nivel, tolerar a otros y evitar conflictos.
Recordemos que mucho del éxito profesional está ligado a factores de personalidad, siendo fundamental mantener una buena reputación e imagen, manejando políticamente nuestras relaciones interpersonales.
El tesón, la entrega y la dedicación al trabajo orientado a resultados, calidad y servicio; la ética y valores, la flexibilidad, la adaptabilidad y la capacidad para ser agentes de cambio son todos factores fundamentales en un mundo de cambios a velocidades tan aceleradas. En consecuencia, quien rechace sistemáticamente el cambio o le cueste adaptarse a nuevas maneras de trabajar o de hacer las cosas, estará retrasando su propio desarrollo de carrera.
Es clave saber darle un enfoque empresarial al modo de contribuir, al modo de aprender nuevas habilidades, adelantándonos a los cambios en el mercado. Lo es también mantenernos vigentes y tomar cursos de extensión profesional y post-grado. Dominar el inglés y las computadoras es ahora tan necesario como saber escribir.
Un ejecutivo moderno debe ser capaz de vender ideas a distintos públicos, a través de presentaciones hechas con técnica y fuerza, por lo que no está de más considerar seguir algún curso para hablar en público.
Permanente lectura de temas profesionales, culturales y de actualidad, significan aprender constantemente y estar enterados de lo que sucede en nuestro entorno. La ignorancia se paga cara en el mundo del trabajo. La persona que no está enterada, poco puede aspirar a planificar adecuadamente y menos a liderar. Nuestra capacidad para liderar indiscutiblemente nos hace más empleables.
Debemos trabajar también para mantener una red de contactos vigente y bien mantenida, no limitada a la organización donde se trabaja. Este tipo de redes son verdaderas fuentes de información, promoción y avance profesional, que podemos usar en nuestro beneficio y con resultados extraordinarios.
Para ser empleables hoy debemos ser competitivos y al mismo tiempo saber trabajar en equipo, capaces de manejar las ambigüedades y la paradoja con creatividad y entusiasmo, recordando siempre que nada vende mejor que el éxito y la seguridad.
Finalmente, una persona empleable conoce cómo cuidar su imagen y manejar su márketing profesional, en el Perú y en el extranjero, con locales y visitantes, reconociendo distintas culturas y entornos en un mundo globalizado. No limita su campo de acción o referencia a nuestro país, sino que establece parámetros de comparación con pares de otras culturas, organizaciones y países.
Ser más empleable es, ciertamente, una tarea agotadora, pero es nuestra única garantía de vigencia y competitividad, de poder seguir renovando nuestro “contrato emocional” con la organización en la que trabajamos, o de encontrar un trabajo nuevo cuando y donde lo necesitemos. Este es un esfuerzo diario, pero sus resultados nos llenarán de orgullo y satisfacción.
Fuente: Empresario de tu Carrera
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