Y estos son:
1. Lo primero que debe saber, es que cuando abona el “cargo mínimo”, está ingresando a una deuda que no se frenará en su incremento. Si no posee dinero para pagar la carga total, esta será su única opción, pero si lo posee, no crea que “está siendo cauto” al no pagar el monto total. Las compañías de crédito fijan un “cargo mínimo” mínimo (valga la redundancia), ya que les conviene financiar el resto, con tasas de interés exorbitantes que no bajan del 27 por ciento anual.
2. Examine el resumen de su tarjeta de crédito, para saber detalladamente que tipo de interés está pagando. Si averigua un banco que le ofrezca tasas de interés menor, cambie de tarjeta. Irónicamente, cuanto más alto sea el “cargo mínimo” que le imponen, mejores tarifas estará pagando. Además, no se deje seducir por un par de entradas para un concierto o un partido de fútbol: muchas veces las tarjetas que regalan esto... ¡se lo cobran en intereses!
3. Si posee una caja de ahorros, dele un mayor uso a su tarjeta de débito. Utilícela, antes que sus tarjetas de crédito, en todos los comercios en las que se las acepten. Con estas últimas, siempre está pagando un recargo, por mínimo que sea.
4. Todo aquel que contrata una tarjeta de crédito, está, aunque sea sin saberlo, contratando un Seguro de Vida. Esto es así por que las compañías deben protegerse en caso de que un deudor fallezca. Pero si usted tiene un Seguro de Vida Total, (tomado por su empleador o por usted mismo) puede presentar estos certificados para que en la tarjeta le den de baja el seguro que le contrataron, que debe pagar mensualmente.
5. Poner como garantía una escritura de su casa es un tanto arriesgado (salvo que esté como “bien de familia”, en cuyo caso difícilmente se la aceptarán). Si para usted es fundamental poseer la tarjeta, y utiliza este aval, fíjese metas de gastos máximos, en consideración con su ganancia. Si desde un principio no puede cumplirlas, no lo piense mas: dele de baja.
6. Para pagar los montos de los intereses de su tarjeta, es bueno tomar dinero de cualquier fondo que posea. Aún si tiene acciones, bonos o plazos fijos con muy buena rentabilidad, esta muy difícilmente podrá superar al 27 por ciento anual que le cobran las tarjetas.
7. Si su tarjeta fue solicitada para financiar una cuestión especifica de negocios (como únicamente para los gastos de reparación de su taxi, o únicamente para la compra de telas para sus confecciones, etc.) NUNCA la lleve en la billetera, y guárdela lo mas lejos posible de su alcance (un armario alto, una cajita con candado, etc.). No solo evitará la tentación de utilizarla, sino que además no la sentirá como propia.
8. Evite las extensiones. Todo lo que parezca fácil como “lo pago con la tarjeta, así no tengo que buscar el efectivo” o “le doy una extensión a mi hijo o esposo/a, así no tengo que ir a comprar con ellos”, termina convirtiéndose en más difícil. Cuando se pierde el control de la utilización de la tarjeta, se pierde el control de su pago.
9. En el momento en que se encuentre sin posibilidad de afrontar el pago mínimo, solicite una reunión con algún gerente del banco. Sea franco, honesto y humilde. Explíqueles que usted desea pagar y no perder su tarjeta con una deuda que se mantendrá impaga (lo cual es, además, una amenaza sutil). Pida que revean su deuda, y que se la ajusten de acuerdo a los montos a los que puede hacer frente. Tal vez le reduzcan la tasa de interés, o amplíen el plazo de pago. Si le cuesta enfrentarse a esta situación, puede requerir la ayuda de una organización de consumidores.
10. El punto anterior es la ultima opción antes de declararse en “cesación de pagos”.
Generalmente, los bancos suelen arribar a acuerdos, ya que en caso contrario perderán la posibilidad de cobrar por lo menos parte de sus deudas. Sin este intento, se arriesga a una Quiebra, lo cual, además de arruinar sus antecedentes de registros financieros (Veraz, Decidir, etc.) para realizar operaciones comerciales durante 10 años, le afectará emocionalmente, convirtiéndose en un estigma bastante molesto. Además, la quiebra significa un costo adicional, debiendo pagar honorarios de abogados y otras cargas judiciales.
Fuente: Mujeres de Empresa
6 jun 2008
Diez consejos para manejarse adecuadamente con la tarjeta de crédito
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Doc james
ResponderEliminarHola, Mi nombre es Dr. James Henry de la Universidad de Benin Enseñanza
Hospital, soy un especialista en cirugía de órganos, y
Compra de órganos de humanos que quieren vender, y estamos ubicados en
Nigeria, EE.UU. y en Malasia, pero nuestra oficina central está en Nigeria. Si
Está interesado en vender su riñón, o vender cualquier parte de su
Órgano del cuerpo Póngase en contacto con nosotros para obtener más información. Comuníquese con nosotros a través de
Correo electrónico: jameshenryhome@zoho.com
Esperando saber de ti.
Saludos,
Dr. James
CEO
UNIVERSIDAD DE BENIN HOSPITAL DE ENSEÑANZA.